El otoño ya ha llegado
con sus perpetuos colores
y se bañan los albores
entre naranja y dorado.
El jardín luce encantado
un esplendor de humedad
se siente paz, soledad
y la armonía es un traje
para tan bello paisaje
que te acoge de verdad.
Aquí estoy en un remanso
de placer tan infinito
que el viento lanza mi grito
al eco donde descanso.
No hay un gato que sea manso
para darle mi ternura
una tortuga que apura
mi conversación al día
y con lozana osadía
interroga mi locura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario